31.12.10

Bajo la mirada. Y prefiero caminar lejos, lo más lejos que mi cuerpo pueda soportar. En mi oído retumba tu voz pidiéndome que me vaya, y te deje de amar, otro amor ya encontraste. Tu sombra alejaste de mí, tus labios se han vestido de pincel fino para pintar en otra boca los besos que un día fueron míos, pero nadie cambia en un día el clima que Dios nos manda ¿cómo puedo yo forzar a esta alma? olvidarte no. Mi alma se ha quedado en pena y esperaré hundida en la tristeza como un inocente esperaría su condena, púes sin cometer delito pagaré por amarte tanto sin pensar que fue un error. Sin aliento intentaré remirar profundo para que esto ya no sea un suspiro, sino el aire de un último adiós.